En los años 50 , el fútbol es un fenómeno de masas, el mas importante en nuestro país.El modelo de gestión no estaba definido y lo mas frecuente era ver al frente de estos a una persona que ponía el dinero de su bolsillo ante la descompensación entre ingresos y gastos que se generaban.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, los clubes profesionales habían crecido mucho, sus socios se contaban por miles o incluso decenas de miles, eran gestionados por una junta directiva que manejaba el dinero de toda la sociedad sin poner nada ellos de su bolsillo (solo la cuota de socio). Además eran frecuentes las peleas y tensiones para alcanzar la presidencia de los clubes, ya que ser presidente de un equipo profesional proporcionaba un estatus muy distinguido.
En efecto, hasta finales de la década de los 80, la forma jurídica existente para aquellas entidades que participan en competiciones deportivas es la de clubes deportivos, que son considerados como entidades sin ánimo de lucro.
Cabe destacar, que el deporte profesional en esta época se encontraba en un contexto económico difícil, francamente nulo. Los clubes de futbol llevan acumulando deudas, en gestiones donde se priorizaban los intereses deportivos por encima de los interés económicos, haciendo peligrar el futuro o la supervivencia de los mismos. Esta situación venía amparada en parte por la falta de asunción por parte de los administradores de los clubes de ningún tipo de responsabilidad por su gestión.
Con el desarrollo de este Real Decreto de 1251/1999 , la ley otorga la responsabilidad de los fundadores frente a los socios, el club o terceros , con lo que el problema de falta de responsabilidad queda solucionado. Se pretendía tener un mayor control de estas sociedades y que fuesen mas transparentes. No obstante, cabe destacar, que con las SAD, no se pretende que los clubes pierdan su esencia.
La realidad fue distinta
Todo comenzó con la Ley del Deporte de 1990, que creó la figura de SAD como variante de las sociedades típicas del Derecho Mercantil, y que como destaca Delgado Truyols en su blog Jurídico-Político, bajo el loable propósito de dotar de un mayor control y transparencia a las estructuras del fútbol profesional. Así pues, la ley establecía un castigo sanción a los clubes “endeudados”, obligándolos a adoptar la forma jurídica de SAD, que teóricamente garantizaba un mejor y más claro funcionamiento futuro, mientras las entidades saneadas podían seguir compitiendo bajo la forma jurídica de Clubes Deportivos, pero como dicen los expertos en Derecho Deportivo, al legislador le preocupa más crear y vender apariencia de legalidad que conseguir la misma, en definitiva, la ley tenía truco.
Los primeros años de vida de las SAD fueron convulsos, ya que los clubes tenían poco tiempo para hacer efectiva su trasformación, aparte de la competición deportiva se les sumaba otro tipo de competición, el de la lucha contra el tiempo para llegar con los deberes hechos a 30 de Junio .La Ley trajo consigo un plan de Saneamiento que pretendía acabar con las deudas ,cuyas medidas entre otras cosas fue la desviación del 7,5 % de recaudación de las quinielas en favor de los clubes ( hasta 2002) .
El crecimiento del volumen de operaciones de las SAD durante los primeros años hizo pensar en un futuro hipotético donde algunas de estas sociedades cotizasen en bolsa.
El gobierno de Aznar modificó la legislación, lo más destacado es lo referente a las participaciones significativas, aquellas superiores al 25% del capital social. Desde ese momento empieza a estar permitido que una persona física o jurídica controle una SAD, pero requiere autorización previa del Consejo Superior de Deportes.
Todo fue dando paso a la triste realidad. El fútbol español y con éste el Europeo se vió inmerso en una evolución continua que depararía en la creación de la Liga de Campeones de UEFA. Un formato atractivo, mayor que el anterior que no solo era reservado a los campeones sino también daba cabida a otros clubs y que gracias a un ventajoso sistema de retribuciones económicas por objetivos conseguidos todos los clubs luchaban para colarse en el torneo. El cambio de mentalidad fue radical y todos los clubs europeos empezaron a desear conseguir una plaza, invirtiendo grandes cantidades de dinero para hacerse con los mejores jugadores. Los clubs españoles no se mantuvieron ajenos a esta tendencia y la llegada de jugadores extranjeros fue masiva. Los clubs convertidos en SAD parecieron olvidar sus compromisos con la ley y arrastrados por este empuje incrementaron sus presupuestos, mientras sus ingresos no lo hacían, así fueron cayendo en causa de disolución uno tras otro. Tan solo los clubes denominados “grandes” siguieron con esta política de grandes gastos y la llegada de nuevos directivos no invirtió de modo alguno el control del gasto, más bien al contrario, y siguieron multiplicando su deuda ante la pasmosa pasividad de instituciones y administración.
No se cumplen los objetivos de creación de las SAD
En definitiva desde mi punto de vista no se cumple el objetivo de creación e las SAD. El nacimiento de las SAD viene con el objetivo de tener un control de una actividad que cada vez generaba más dinero. Los clubes profesionales eran entidades sin ánimo de lucro, cuyos trabajadores (futbolistas) cobraban contratos millonarios.
En la década de los noventa, los clubes en España tenían una deuda de 156 millones de Euros, con datos del cierre de temporada 2012-2013 la cifra es de 2675 millones de Euros. Si analizamos las cifras podremos pensar que es normal que se produzca cierto endeudamiento, puesto que la dimensión económica del fútbol y de la sociedad ha cambiado, pero no es normal casi dieciocho veces más.
Uno de los objetivos eran la salida a bolsa de este tipo de sociedades, sin embargo, hasta la fecha, ninguna sociedad ha dado ese paso, y la razón es simple, no ha sido posible, dado que Real Madrid y F.C Barcelona las dos entidades deportivas más importantes en España y con posibilidades reales de cotizar, no se han convertido a SAD y siguen siendo asociaciones deportivas no mercantiles.
El futbol español endeudado
El fútbol español es hoy en día uno de los más endeudados y la conversión de clubs en sociedades anónimas deportivas, se ha verificado como un rotundo fracaso, que ha empeorado la situación hasta consecuencias insospechadas. Urge una reconversión o bien reemprender el camino, o tal vez encontrar una solución intermedia para que se cese en despropósitos financieros, ya que bien es cierto que nos beneficiamos del espectáculo pero no debemos pagar los actos irresponsables de los gerentes.
Así pues, os animo a que deis vuestra opinión :
¿ Han fracasado las S.A.D? ¿ Si es así , cuáles son los motivos? ¿ Creeis que se han aprovechado los dirigentes de que los equipos representan una enorme masa social y han jugado con los sentimientos de los aficionados? ¿Hay diferente trato y manga ancha de las autoridades frente a los clubes mas poderosos?
